jueves, septiembre 6

¿Y quien dijo que era fácil?


Ser madre a tiempo completo, es una decisión que te llena de incertidumbre y que no es fácil de asimilar, a medida que pasa el tiempo se  presentan situaciones que te hacen pensar o preguntarte ¿Qué hice? ¿Por qué dejé mi trabajo? pasa y con frecuencia, quizás te culpes o culpes a quien te incito a tomar esta decisión, el problema es que no es fácil depender económicamente de alguien cuando estas
acostumbrada a costear tus gastos y a trabajar para conseguirlo, aunque mi esposo me apoya, en ocasiones dice cosas como: ¡Hay que ahorrar más! ¿Por qué no compras solo una? ¡Otra vez te vas a arreglar las uñas!... Esos comentarios enfurecen y llega el arrepentimiento que dura solo mientras dura la molestia jeje, porque en realidad no cumplir un horario, estar en casa cuando tu esposo llega o se va, ir de viaje sin complicaciones, ¡No tiene precio! En estos pocos meses que tengo en casa en hecho cosas que estando trabajando bajo dependencia no hubiese hecho y que sabroso se siente.
Lo importante es saber manejar la situación para no caer en discusiones, expresar de manera serena lo que sientes en ese momento y reconocer que esas cosas pasan bajo cualquier circunstancia, trabajes o no, estas pruebas aparecen en el camino solo hay que enfrentarlas con madurez y cordura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hazme conocer tu experiencia, deja un comentario.