Hoy mi hijo amaneció quebrantado, presento fiebre y tos nuevamente, mi esposo trabajo por turno y llego a las 6 y 40 am, desde temprano estoy entre el cuidado de mi hijo, la atención a mi esposo y el mantenimiento de la casa pero Yo estaba ahí.
Hoy la rutina comenzó con la medicina del bebe, el desayuno, la batalla con mi hijo para que comiera todo (aunque enfermo no come mucho), los mimos porque realmente se sentía mal, arreglar la casa aunque con un niño de 2 años es trabajo perdido, planificar el almuerzo.... la verdad es que me detuve a pensar como era mi vida cuando trabajaba fuera de casa y en ese momento no la extrañe, el solo hecho de tener a mi hijo enfermo y a mi esposo en casa de día justifica mi decisión de quedarme en casa.
Recuerdo que cuando trabajaba antes de salir tenia que dejar los teteros limpios y esterilizados, el desayuno y el almuerzo de mi hijo preparado, si estaba enfermo me iba preocupada y no rendía en el trabajo; no olvido que cuando comenzó a comer sopas de verduras pedí 1 día para ser yo la primera que le diera la sopita, mi tía me decía ¡eso te pasa por parir vieja, te vas a poner loca con ese muchacho! y la verdad es que me puse loca RENUNCIE jejeje pero insisto días como hoy justifican mi decisión.
Saben, aun no ha terminado el día y ahora es que queda por hacer, porque el trabajo de la casa no acaba pero aun y así tengo un tiempito para hacer lo que me gusta a cualquier hora en cualquier momento sin jefes encima, ahora mientras mi hijo duerme la siesta y me esposo descansa para luego irse a trabajar nuevamente, tengo tiempo para escribir y revisar las redes sociales. Así que quedarse en casa no es tan malo.
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